«Creo que necesito un trago. Casi todos lo necesitan, solo que no lo saben»

Charles Bukowski

3 de julio de 2017

No es mal año por mucho trigo

«Si me das a elegir»... me quedo con vosotras, dos cervezas de trigo, una belga y otra alemana. La cerveza de trigo es diferente a la de cebada ya que requiere un compromiso con la persona con la que la compartes; digestiva, ideal para la antesala de las comidas incluso como postre.

La belga es Hoegaarden, blanca, espléndida y con un cuerpazo de escándalo. Se puede conseguir con relativa facilidad (yo la he encontrado en El Corte Inglés y Supersol).

Nota: 5 sobre 5.

La otra protagonista de nuestra entrada es Schneider Weisse. Señores, firmes todo el mundo. Esta cerveza desbanca a todas las que conozco, incluidas las pilsen. Es una experiencia absolutamente inigualable. Hay seis tipos clasificadas con la apostilla «Tap» y difieren en el amargor y graduación del líquido. Yo recomiendo fervorosamente la Tap 1. El único inconveniente es dónde adquirirla. Llevaba años buscándola hasta que he encontrado un lugar en Bilbao que tarda 48 horas en mandarla a tu domicilio. Se trata de www.mundodecervezas.es. Hoy me ha llegado mi pedido. Gracias, Igor, mi cervecero de cabecera.

Nota: 5 sobre 5.

2 comentarios:

Hutch dijo...

Explica, Starsky, de qué tipo de compromiso estás hablando. Aparte de sus cualidades digestivas, alecciónanos sobre las ventajas del trigo respecto a la cebada en relación a la cerveza.

Starsky dijo...

Compartir una cerveza de trigo es una liturgia, un acto eucarístico que purifica y nos hace fieles creyentes.

Uys, para aleccionar tendría que ser un maestro y no me tengo por tal. Aparte los matices, no hago referencia tanto a ventajas o desventajas sino a gustos aunque ciertamente, es diferente: tiene poso y reposo. Que me gusta mucho, vamos.

Ya daremos cuenta de alguna.