«Creo que necesito un trago. Casi todos lo necesitan, solo que no lo saben»

Charles Bukowski

1 de julio de 2017

Jacques Brel y Stella Artois


¿Qué tienen en común el gofre, Eddy Mercks, Georges Simenon o René Magritte? Sí, lo ha adivinado: su origen belga. Aunque si hay que decantarse por elementos que determinen la esencia de este país, prefiero a otros dos: el cantante Jacques Brel y la cerveza Stella Artois, trascendentes ambos del pequeño territorio en el que surgieron.

Jacques Brel se forjó como artista en París e internacionalizó la chancón française, de la que se convirtió, a la postre, en su epítome. Sus pullas a la burguesía de la que procede, a la mitad flamenca de Bélgica, sus huidas polinésicas y abandonos artísticos crearon en torno a él un aura bohemia que lo elevaron ya en vida a la condición de mito. Más que en sus canciones enlatadas, Brel es Brel en las actuaciones en directo: performances  cortas y sin bises, pero en las que entregaba todo el sentimiento y la fuerza dramática de un actor, vaciándose en el escenario: el feo y desgarbado ejercía de bestia trajeada para lanzar un torrente sonoro y verbal de amor, alcohol, penas, muerte y, a veces, humor. Un parónimo de éste, el humo –hoy vedado en recintos cerrados-, que no el alcohol, se lo llevó por delante antes de cumplir cincuenta años. ¿Esencia de Bélgica? Puede ser, pero su talla como cantante traspasa la frontera belga para situarlo en el mundo francoparlante y en el territorio mítico del artista irrepetible.

Stella Artois nació como brebaje navideño y cuenta ya con una tradición secular. Actualmente se produce también en lares lejanos a su Lovaina originaria. La botella verde, así como los colores blanco, rojo y dorado del logotipo, remiten al clasicismo de otras cervezas vecinas como Beck´s y Heineken, aunque con el cuello hipertrofiado. Destaco su amargor suave y agradable –oxímoron beodo-. Es una cerveza ligeramente cremosa y con poca espuma, de escaso cuerpo y trago fácil, pero de regusto largo. El precio, por encima del euro el botellín de 33 cl., no invita a su degustación diaria. Stella de las cervezas centroeuropeas y guía para cerveceros en pos de un pesebre etílico de qualité.


4 comentarios:

Starsky dijo...

Me ha encantado la canción. No la conocía. Creo que incluso me he excitado.

Hutch dijo...

Pues escucha esta versión (más rockera, aunque no tan erótica -cóctel explosivo de putas y alcohol-) de Bowie en directo en la BBC: https://www.youtube.com/watch?v=h9Cc9fVWW3c

Starsky dijo...

Me quedo con la pasión y la dicción de Brel. La canción es tan buena que hasta Bowie lo hace bien.

Hutch dijo...

Sabía que Starsky iba a reaccionar así. El glam y el alcohol no se llevan bien.